Mi refugio, donde estoy a salvo. Donde puedo inventar que nada malo ocurre. Las crayolas están bien, como los bailes alocados. Pero también derrumbarse, sin que el mundo jamás lo advierta. Donde nadie vea la tormenta. Ahí donde puedo llorar solitariamente, para dejar correr el río que destiñe la ira.
Sólo quise ocultarme en mi pequeño mundo, que es mucho más amable.
Les encanta repetir que lo único que se llevan los soñadores es un corazón roto. Y me da miedo, porque no conozco otra forma de vivir. ¿Qué sería un hombre sin sus sueños?
Me da miedo que la locura del mundo le gane a la mía. Y que todos mis sueños y fantasías me pasen la factura.
Sólo quise ocultarme en mi pequeño mundo, que es mucho más amable.
Les encanta repetir que lo único que se llevan los soñadores es un corazón roto. Y me da miedo, porque no conozco otra forma de vivir. ¿Qué sería un hombre sin sus sueños?
Me da miedo que la locura del mundo le gane a la mía. Y que todos mis sueños y fantasías me pasen la factura.

No comments:
Post a Comment