La sombra del pasado

Huír del pasado o aprender de él... Soltar el pasado. Su carga es demasiada. Si me aferro a lo que ya tuvo su tiempo, la vida se escurre entre mis dedos. Porque aún después de tanto tiempo permanece su recuerdo, a veces tan vivo que se acuesta junto a mí. Mi corazón jamás pudo decirle adiós y su último beso no me supo a despedida. Porque mi piel recuerda su aura y a veces juro que su calor me acaricia, como un fantasma.
La memoria de un amor que incendió mi alma. Pasión. Después, abandono. Heridas de muerte. Pero no morí... Tampoco soy el mismo.
El mundo habla tan fuerte y ya no escucho la voz de mi interior. Tal vez nunca dejó de hablarme y fui yo quien se volvió sordo.